El feminazismo es un lujo que el feminismo real no se puede permitir

Feminismo no es feminazismo

Durante siglos, las feministas hemos luchado por algo llamado IGUALDAD.

Y yo me pregunto, ¿qué haría un villano que quisiera pulverizar la causa feminista? ¿Cuál es el plan perfecto para echar por tierra todos nuestros logros?

El mejor plan sería crear y alimentar la comunidad "feminazi".



Traducción: "Los hombres y las mujeres son iguales. Pero las mujeres más."



¿Disparatado? Para nada, es un plan viejo, y funciona. Pensemos en la revolución francesa.

La cosa apuntaba alto hasta que los radicales más exaltados hicieron el movimiento inviable. Llegaron a tales extremos que nadie en su sano juicio podía aceptar lo que estaba ocurriendo.

¿Y qué pasó? Cuando la causa perdió suficiente apoyo los conservadores aprovecharon la oportunidad que habían estado esperando (o creando) y ¡zas!...

Otro paso atrás y una gran oportunidad desperdiciada.

Con la causa de la IGUALDAD pasa exactamente lo mismo.

Igual que el establishment de la época podía echar mano del Robespierre de turno, alimentarlo y exaltarlo hasta sacar la cosa de madre, el establishment más rancio de nuestros días celebrará, alentará e incluso abrazará el movimiento feminazi.

Porque ¿puede haber algo más dañino para una causa que volverla repulsiva para la mayor parte de la sociedad? Por tanto, ¿qué puede haber más perjudicial para el verdadero feminismo que la comunidad de feminazis?



¿Es esta la imagen que queremos dar del feminismo maduro y serio?
Pues condenemos las actitudes feminazis.



Para los que no sepáis de que va esto, os explico.

Hay quien se refiere a ell@s como hembrist@s, misandric@s o femifrikis.

Personalmente, cuando hablo de l@s feminazis no me estoy refiriendo a un grupo de personas que abrazan una causa. Aunque habra excepciones, por lo general no son personas realmente comprometidas con nada. De hecho, no tienen la menor esperanza de mejorar el mundo.

Mas bien se trata de individuos cuyo principal rasgo común es la falta de verdaderos ideales, el resentimiento, el odio, el fracaso personal, el amor por el anonimato y los clichés que no pasen de 140 caracteres.

La misandria extrema (como la de Elisabeth Sheely y su repugnante obra) ni siquiera se da en todos los casos, aunque tampoco escasea.

El movimiento que surgió buscando la justicia no debe abrazar jamás la injusticia.

Pero por encima de todo les une la ignorancia, la falta de pensamiento crítico y la ausencia de coherencia. Incoherencia tanto a nivel interno de discurso como entre su discurso y su comportamiento.

Traducción: "Alguien que no es un objeto sexual usa reclamo sexual"

O sea, nada que ver con una o un verdadero activista y mucho que ver con un conservador al que le han sorbido el coco.

¿Lo único que cambia? Las etiquetas. Porque eso es todo lo que necesitan: un puñado de etiquetas "politicamente correctas" para dar rienda suelta a sus prejuicios y canalizar todo su odio e ignorancia ensañándose con cualquier cosa que no comprendan o que no termine de encajar en el puñado de clichés prefabricados que usan para sustituir el pensamiento.

Traducción: "Buenas noches, orgullo macho".

Entre otras cosas, l@s reconocerás porque su actitud es radicalmente contraria a las corrientes de pensamiento en las que dicen inspirarse.

Abanderan la lucha contra el acoso, pero se unirán como hienas para acosar a cualquiera con el menor pretexto.

En un alarde de la incoherencia mencionada, denuncian el sexismo con la palabra, pero lo practican constantemente usando el sexo femenino como argumento cuando se les acaban las ideas.

Hablan de respeto, cuando es algo que parecen no haber practicado en su vida.



El feminazismo es tan irracional como nocivo, y diametralmente opuesto al feminismo.



Resumiendo, est@s feminazis son exactamente lo contrario de las Simone de Beauvoir que ha habido y habrá, abrazan valores diametralmente opuestos y mancillan con su comportamiento despreciable todo aquello que la causa feminista representa.

Simone de Beauvoir se sentiría asqueada por el comportamiento feminazi.

Es decir, son un lastre para el verdadero feminismo. Un lujo que este no se puede permitir.

¿Y por qué escribo esto? ¿De dónde sale mi subita inspiración?

Lo primero es aclarar que mi nombre real no es Silvana y la foto que uso en Twitter tampoco. De hecho, este perfil lo creé ayer mismo para mantener mi anonimato.

Sabía que después de cuestionar a algunos miembros de la comunidad feminazi, estos se iban a lanzar en manada sobre mí, acosarme, insultarme, investigarme, etc.

Tengo otro perfil profesional en el que uso mi identidad real y con el que además hago cosas para mejorar el mundo de verdad, pero no es cuestión de contaminarlo con presencias, comentarios y frecuencias mentales que dejan mucho que desear. Vamos, que no voy a juntar las manzanas sanas con las podridas.



¿La forma más fácil de deslegitimar el feminismo? Convertirlo en un NOSOTRAS VS ELLOS



El caso es que sigo a Mario Luna desde hace como dos años más o menos. Lo conocí a través de mi hermano, quien por cierto pasó de ser un misógino insufrible a un tío cojonudo que hace un montón de cosas por sí mismo y quienes le rodean.

Para quien no lo conozca, Mario Luna es un escritor y coach que se inventó toda una filosofía y ciencia casi de la nada motivado por los desengaños amorosos sufridos en su juventud. Cuando estaba en ello, conoció a una comunidad de expertos norteamericanos que se dedicaban profesionalmente a enseñar a los tíos a ligar e inspirándose en ellos y en su propia experiencia fundó el proyecto Seducción Científica allá en el año 2005.

Desde entonces, ha cambiado a mejor miles de vidas (de hombres, mayormente) y le han salido toda clase de imitadores, algunos bastante desafortunados, que aunque plagian su método y su técnica no terminan de entender su filosofía de la superacion y la mejora del individuo y su entorno.

 

Si estamos contra la violencia, ¿es la violencia el vehículo para comunicarlo?

 

Pero no me enrollo con eso. El tío ha publicado cuatro libros, tiene tatuado un kaizen (filosofía de mejora constante) en su nuca, tiene un proyecto dedicado a la salud extrema llamado Cuerpo G y resumiendo mucho, parece que se toma en serio lo que hace y que tiene un enorme sentido de la responsabilidad.

Su obra y sus vídeos están ahí, así que no me enrollaré con eso porque lo único relevante para este artículo es su posible papel feminista.

 

¿Digo posible? Más que probable.



Mario Luna con una actitud muy lúdica en el 2006



Ayer, defendiendose de un ataque feminazi (basado para variar en la malinterpretación, la ignorancia y el sacar las ideas de esta filosofía de contexto), llegó a mencionar el término "Feminismo Científico" (#feminismocientifico #scporlaigualdad y similares), el cual por lo que lo conozco puedo imaginar por dónde va.

Y ahora la gran pregunta. ¿Por qué decidí defenderlo de los ataques feminazis? ¿Es Mario Luna realmente feminista o simplemente trata de ser políticamente correcto?

 

En uno de sus tweets, Mario Luna parecía insinuar que socavar su proyecto equivalía a socavar el feminismo, especialmente cuando se frivolizaba con palabras como el "maltrato", "violación" o "acoso" relacionándolas con el proyecto que dirige.

¿Estoy yo de acuerdo con eso? ¿Es Mario Luna un activista feminista?

La respuesta es sí y no.

 

 

En el sentido tradicional de la palabra, no. Pero podría formar parte de una evolución del feminismo, más orientada a perseguir la igualdad desde la comprensión de las diferencias que existen entre la naturaleza masculina y femenina.

En este sentido, el trabajo y la filosofía de Mario Luna no sería sólo una gran herramienta que la causa feminista podría usar en su favor, sino también una especie de medicina preventiva anti-machista.

Personalmente, sólo tengo que ver lo que ha conseguido con mi hermano. Yo misma cuando lo leo me entiendo mejor a mi misma, y tambien entiendo mejor ciertos comportamientos de los hombres que antes me parecian absurdos.

La idea es muy simple: ciencia.

 

Ciencia para entendernos, ciencia para solucionar problemas, ciencia para tender puentes que disuelvan las diferencias. El conocimiento nos hace libres y no hay peor esclavitud que la del esclavo que no se sabe que lo es.

Porque al final ¿no es el machismo una manifestación de la ignorancia que muchos hombres (y mujeres) padecen sobre la naturaleza de todo lo femenino?

Eso es precisamente lo que defienden él y África Bos (a quien también sigo y admiro) con este vídeo. La idea principal es que si acabamos con la ignorancia, acabamos con el maltrato.

Por supuesto que puedes castigar el maltrato, pero ese es el síntoma del machismo violento, no la causa. Y cualquier persona con un mínimo de inteligencia sabe que erradicar la raíz del problema es siempre más eficaz que enfrentarse a sus efectos.

Para mí, las soluciones que propone (o más bien que aplica desde hace años) Mario Luna encajarían más en un nuevo feminismo o en un feminismo científico (como el llama) que está por perfilar que en lo que se ha intentado hasta ahora con resultados limitados.

Dicho esto, conozco y me interesa bastante el trabajo de Mario Luna, pero no lo suficiente para saber exactamente a qué se refiere con feminismo científico. No sé cuánto tiempo habrá dedicado a desarrollar esa línea de pensamiento ni si es o no parte de su proyecto.

Pero igual que conozco el trabajo de Mario Luna, conozco el de otros hombres y mujeres con un perfil filocientífico similar que recurre a la ciencia para solucionar problemas. No voy a entrar en ellos porque se ocupan de otros aspectos de la felicidad humana, pero la cuestión es que siempre tienen un rasgo en común (y no creo que el fundador de Seducción Científica) sea una excepción: piensan antes de hablar y tienen un gran sentido de la responsabilidad.

Por eso, estoy casi convencida de que existe una gran coherencia entre su concepto de "feminismo científico" y el resto de su trabajo y filosofía. A bote pronto, mi intuición me dice que tendrá que ver con el hecho científico de que hombres y mujeres tenemos necesidades diferentes, cerebros diferentes, impulsos diferentes, etc.

Y más que hablar de "hombres" y "mujeres" yo hablaría más (como he escuchado hacer al propio Mario en diversas entrevistas cuando se pone serio con el tema) de "masculino" y "femenino". A fin de cuentas, no todas las mujeres son igual de femeninas ni todos los hombres igual de masculinos, y existen realidades y sensibilidades como la homosexualidad, la transexualidad, etc.

Por eso, él recalca a menudo que es mucho más científico hablar de naturaleza masculina (seas un hombre o mujer más masculina) y naturaleza femenina (seas una mujer u hombre más femenino). Y eso es ciencia. Y no es incompatible con la igualdad de derechos.

Pero a la hora de elaborar un feminismo desde dicha ciencia que trata de entender las diferencias entre masculino y femenino, habría que superar el paradigma actual. En otras palabras, habría que hilar mucho más fino.

Si mi intuición es correcta, el feminismo tradicional se vería superado por el nuevo feminismo que, a diferencia del anterior, ya no intentaría "hacer encajar rectángulos en agujeros redondos y viceversa".

O sea, no intentaría masculinizar a quien se siente y es femenino o feminizar a quien se siente y es masculino.  Y mucho menos condenar a uno u otro. Más bien buscaría la igualdad de derechos desde la realización personal de cada inclinación, actitud que desde luego no tiene cabida en ninguno de los paradigmas actuales y que (podría defenderse) son acientíficos y están obsoletos.

Pero, aunque creo que bien encaminadas, todo esto son especulaciones mías. De lo que no me cabe duda es de que la filosofía y el proyecto que dirige están claramente impregnados de una sensibilidad feminista, sea él consciente o no de ello.

En este vídeo, por ejemplo, veo claramente el profundo respeto que siente por la mujer y la indignación que sufre al presenciar anuncios como el de Desigual. ¿Dónde están los feminazis cuando una empresa usa campañas publicitarias escupen de frente a la dignidad de la mujer?

No sé dónde estaban. Pero Mario Luna y l@s feministas reales sí estábamos ahí:

Tampoco me cabe duda de que, feminista o no, es un claro activista contra el maltrato, probablemente mucho más eficaz que todos aquellos que limitan su radio de acción a la protesta, la violencia o la represalia judicial.

Por ejemplo, se habla mucho de la violencia machista, pero se pasa por alto el hecho de que en muchos casos el mismo asesino que mata a su mujer se quita luego la vida a sí mismo.

¿Es esto algo irrelevante?

Desde el punto de vista del síntoma, quizás. Desde el punto de vista de la enfermedad, en absoluto.

Esté ido o no de la cabeza, la realidad de alguien que se quita la vida tras cometer un acto atroz es la de alguien que lo ha dado todo por perdido. Probablemente, la de alguien cuyo sistema de valores y creencias se ha visto desplomado.

En este sentido y para acabar con esta clase de problemas, veo mucho más eficaz trabajar para cambiar el sistema de creencias y valores (obviamente erróneo) de dicho individuo, que condenarlo moralmente o amenazarlo con prisión o violencia, porque estamos hablando de alguien que ya da su vida por perdida de todos modos.

Y eso, acabar con la misoginia desde dentro, desde la comprensión de lo que parecía incomprensible, es lo que hace Mario Luna. Es por esto que sus talleres tienen ese efecto terapeutico sobre el machismo. Quizás haya buscado dicho efecto desde el principio o quizás los efectos igualitarios de su trabajo sean sólo un colateral.

Pero lo más importante es que funciona. Funciona con mi hermano, que ya no dice "todas son iguales" y funciona conmigo, que tampoco digo lo mismo pero al revés. Gracias a su trabajo, las mujeres y hombres que nos tomamos la molestia de profundizar un poco en él ya no nos condenamos, entre otras cosas porque hemos reeducado nuestras expectativas sobre lo femenino y lo masculino.

Concluyendo, el trabajo de Mario Luna tiende puentes. Genera comprensión. Promueve el conocimiento, disuelve la ignorancia. Y al hacerlo, mata de hambre al resentimiento y al odio.

Cuando anoche vi a l@s feminazis arremetiendo contra él y su trabajo sin tener ni pajotera idea de lo que hacían, no pude resistirlo. Me cree una cuenta de gerrillera y salí en su defensa.

Me indigné doblemente.

Una porque, efectivamente, acusar a Mario Luna de todo lo contrario a lo que representa y hace es hacer un flaco favor al feminismo. Y dos porque el comportamiento de esta clase de personas que usan tal o cual bandera como escudo para dejarse llevar por sus instintos más bajos me parece totalmente repulsivo.

 

Alguien que no sepa nada ¿qué imagen se llevaría del feminismo si conociese a un feminazi?

El feminismo se merece claramente algo mejor que la lamentable imagen que ofrecen estas víctimas de su propia irracionalidad.

Lo siento, me revuelve las tripas.

Hoy los veo manipulados por alguien que podría ser perfectamente el mayor ingeniero social de la desigualdad y el machismo. Y hace unos siglos puedo ver exactamente la misma actitud acrítica, inflamable y víctima de la más obscena demagogia aplaudiendo en una hoguera de la inquisición.

La materia prima de la que se nutre todo lo que debería avergonzarnos como especie siempre es la misma: la ignorancia, la irracionalidad y la ceguera mental.

Anoche presencié eso como podría haber presenciado a un grupo de chimpancés arremetiendo contra otra otros monos en un documental.

 

 

¿Hasta dónde?

Pues hasta ese punto en el que el cerebro parece estar hecho de mierda más que de neuronas. Hasta ese punto en el que la coherencia entre lo que predican y lo que hacen es igual a menos infinito.

Condenando la violencia mientras incitan a ella. Hablando de pensamiento crítico mientras promueven la ignorancia. Denunciando el acoso mientras acosan. Hablando de respeto con la mayor falta de respeto que se pueda imaginar.

Tanto tanto que algunos trolls que se refugian bajo identidades fake y que por lo que a mí respecta podrían ser los cabecillas del mismísimo Ku Klux Klan, se ensañaron anoche conmigo por no usar mi identidad real.

 

Traducción: "Feminazi's: Ofreciéndote odio desde 1968"

Los más atrevidos intentan incluso difundían el rumor de que soy el mismísmo Mario Luna que no tiene nada mejor que hacer que dedicar su vida a evangelizar feminazis.

Y aunque soy mujer, no me importaría ser un hombre para averiguar si la actitud podrida de esta gente causan el mismo rechazo visceral en un organismo masculino que en el mío.

¿La verdad? Me la pela. Podéis seguir acusándome de ser Mario Luna. Hay cosas peores que que la acusen a una de ser tío o una de esas pocas personas que de verdad tienen algo que ofrecer al mundo.

Podría ser algo mucho peor. Podría ser un feminazi como vosotr@s y darle la última estocada al feminismo. Podría secuestrar mi neocortex, convertirme en una herramienta del absurdo y dejar expresarse sólo al chimpancé que llevo dentro.

 

Traducción: La discriminación contra las mujeres está mal.
La discriminación contra los hombres es igualdad de oportunidades.

Podría unirme a la corriente facilona de dejarme llevar por los impulsos más básicos. Hacerme misandrica como tant@s feminazis y entender el feminismo como la vía para acabar con todo lo que es masculino.

 

Pero creo que doy para más que eso.

Y que los humanos, hombres y mujeres, podemos aspirar a más. No es fácil, pero podemos hacerlo.



Traducción: ¿Y SI TE DIJERA...
...que l@s feministas no están obligadas por definición a ser militantes y a odiar todo lo masculino.
Un feminista es cualquiera que piense que las mujeres deberían de ser tratadas igual que los hombres.  



Podemos pensar antes de hablar, conocer antes de atacar, abrir la mente antes de condenar y, sobre todo, pensar en soluciones antes en lugar de alimentar al mono que llevamos dentro. No podemos desprendernos de ese mono, pero podemos educarlo.

Espero que este mensaje cale en algunas mentes, las suficientes para que la humanidad sea un poco más libre y menos manipulable de lo que es en este momento. También sé que para otr@s será más fácil aferrarse a la comodidad de la ignorancia y la catarsis del odio fácil, de abrazar y escudarse bajo la etiqueta o el -ismo de turno.

Pero este artículo no es para ell@s. Es para los feminist@s reales. L@s que queden.

 

L@s que entienden que ser feminista es estar contra la discriminación. De cualquier tipo.

¿Estáis ahí? Recordad: hay otro camino.